Abstract

Este caso muestra distintos momentos en el proceso de introducción al mercado de la camioneta Ford® Explorer, en la década de los 90’s, siendo un nuevo producto de la industria automotriz y que abrió paso al segmento del Sport Utility Vehicle (SUV). La presión por ser el primero en el mercado llevó a Ford y a su proveedor Firestone, a cometer errores críticos en cuanto a la calidad del producto los cuales causaron miles de accidentes, numerosos de ellos, fatales. Este caso ilustra las limitaciones del control de la calidad cuando no existe una ética de empresa bien definida y cuando la ética “interfiere” con las acciones tomadas por ambas compañías